El árbol y el bosque: lo nuevo de Rozalén

el árbol y el bosque

‘El árbol y el bosque’ es un disco para escuchar, leer y sentir. Es toda una declaración de intenciones. 

Un disco que trata del autocuidado, del amor propio, sano. Es su visión del ser humano y el mundo desde el lado más reflexivo. 

Escuchar el árbol y el bosque es hacer un viaje introspectivo al propio yo, una búsqueda interna del autocuidado y la autoestima, una mirada al espejo y aceptación del propio reflejo. 

Un disco lanzado en tiempos de confinamiento con aires latinos, donde el pop, el son, el funk o la ranchera se dan la mano, en una selección de once temas que respiran aire fresco.

Lanzado el 30 de octubre del año pasado, el cuarto trabajo discográfico de la artista contó con su edicion CD estándar; una edición en formato vinilo y una bella edición especial limitada; y firmada, que incluyó el CD y una copia de su cuaderno de campo ilustrado. Toda una verdadera joya en la que Rozalén nos invita a conocer su proceso de composición y las reflexiones que van surgiendo a medida que las ideas se hacen canción.

Rozalén a secas, así se hace llamar la artista manchega. Lleva el apellido y sus raíces bien en alto. De sus canciones se desprenden melodías que abrigan,  historias propias y ajenas que sensibilizan y empoderan. 

Rozalén es de esas artistas que calan hondo. Se llevó el Goya a «Mejor canción original» por ‘Que no, que no’, ha sido galardonada recientemente con el Premio Nacional de Músicas Actuales 2021, y vuelve este año a estar nominada a los Latin Grammy por su último trabajo discográfico ‘El árbol y el bosque’.

Sus composiciones, cargadas de compromiso y humanidad, son cercanas, inclusivas e imprescindibles para estos tiempos que corren. 

Rozalén canta y cuenta. Tiene la voz dulce, solidaria, de agudos carraspeantes, como si las verdades dolieran atragantadas en su garganta y necesitaran ser compartidas.

La sencillez y naturalidad que la artista ha desplegado en discos anteriores, también se encuentra presente en éste.  Empática, cariñosa, empoderada, encabronada. Una Rozalén que celebra la vida, y también la muerte como parte de ésta.

Un recorrido por el árbol y el bosque

ESTE TREN

El primer track de ‘El árbol y el bosque’ arranca cargado de energía. ‘Este Tren’ es una canción llena de vida y de posibilidades. Es aprovechar el momento, despojarse de la carga que pesa y nos impide avanzar.

Este tren es un tren de emociones. Rozalén nos da un recorrido por los paisajes de su mente, cada acorde es una reivindicación, a ser libres, a estar vivos, a aprovechar el momento y las posibilidades que brinda la vida. 

La percusión en este tema juega un papel fundamental. La batería es un tren que avanza a toda velocidad para estrellarse contra un estribillo lleno de paisajes soñados, de momentos de gozo y de vitalidad, pero también de momentos que invitan a la reflexión.

La autora se pregunta ¿A quién acompañas de la mano para llevártelo a vivir lejos? ¿Qué errores te han hecho crecer?
Todo esto es ‘Este Tren’. Una playa lejana, un horizonte turquesa infinito, enterrar los pies en la arena, despeinarse, un cielo lleno de estrellas, un abrazo que no termina. ¿Cómo te lo imaginas tú?

A TU VIDA

Este tema tiene el swing de quien acaricia la cintura del otro mientras éste se le escapa meneando la cadera de lado a lado, al compás del 4×4.

Es el paso del tiempo y los cambios que se suceden, las personas que entran y salen de nuestras vidas, con sus historias. Es dar una miradita con nostalgia al pasado.

A ritmo de bolero, Rozalén nos habla de amores nostálgicos, de ese pellizquito de la curiosidad cuando las historias quedan a medias, y se pregunta ¿de cuántas personas te acuerdas y te lo callas por orgullo?

‘A tu vida’ es una canción para bailar y pensar en el otro, para moverse apretaditos mientras se dibuja una sonrisa. Es volver a esos momentos donde se fue feliz, husmear en los recuerdos, despojarse del orgullo y curiosear.

Y BUSQUÉ 

Luego de una introducción a guitarra, entra la voz dulce y cálida de Rozalén, como contando, por lo bajo. 

Una subida al templo Tepozteco, en México, sirvió como inspiración para componer esta canción.

Su autora nos invita a reflexionar sobre los caminos de la vida, sus curvas, obstáculos, las dificultades a las que nos enfrentamos al avanzar.  Un tema donde resalta la importancia de mirarse dentro, encontrarse en soledad con uno mismo y comprenderse.

El tema es una búsqueda interior en la cual, cuanto más alto subes, más profundo desciendes. Rozalén se enfrenta a la soledad, la abraza, nos muestra el camino para zambullirnos en nuestro más profundo interior y escucharnos; e invita a cuestionarnos acerca de cuál es el sentido de nuestros días.

“Siempre busco fuera lo que nace dentro, que mis días felices no dependan del deseo ajeno”, dice el tema. Rozalén estudió psicología y se le nota. 

EL DÍA QUE YO ME MUERA 

‘El día que yo me muera’ tiene aires de son cubano. Rozalén se pregunta: ¿Qué pasaría si muriera ahora? Y en una especie de testamento, nos deja una canción alegre y teñida de ritmos caribeños.

La muerte como parte de la vida, es un proceso natural e inevitable, que en esta canción intenta alejarse de los tabúes y los miedos. Canción que nos deja una estrofa que merece ser resaltada:

“Que hermoso será morirse, morirse siendo querido, porque que amarga es la muerte cuando la muerte es olvido”.

LA MAZA 

Versionar este tema de Silvio Rodríguez no es tarea fácil. Es un tema que ha sido bandera de muchas generaciones y cuyo sentir ha dejado huella a ambos lados del océano; y eso es algo que Rozalén tiene muy en claro. 

La cantautora ha tomado el tema de Silvio Rodríguez, se lo ha apropiado, lo ha llevado a su territorio, lo ha paseado por territorios centroamericanos y hasta andinos. Y nos ha devuelto una versión que deja entrever que la esencia del artista es creer en su camino y en su sonido; que a fin de cuentas, es lo que genera esa conexión que se produce entre el artista y su público.

Nuevamente lo individual y colectivo, que es la médula espinal del disco, está más presente que nunca.

QUE NO, QUE NO

Este tema, que ha sido la cortina musical de la película ‘La boda de Rosa‘ de Icíar Bollaín, le valió como ya hemos dicho, el Goya a mejor canción original de este año.

Es una colaboración con la Sonora Santanera, una de las agrupaciones más famosas de la escena tropical mexicana.

En este tema Rozalén reflexiona acerca de su incapacidad para decir que no, para negarse a las peticiones de los demás, poner límites y sobre esa constante necesidad de ayudar y satisfacer al otro (que luego concluye, es imposible).

‘Que no, que no’, está cargada de ritmos tropicales. Es una canción para bailar y mover las caderas, para dar vueltas sobre sí y aventar el pelo. Pero también es una canción cargada de amor propio y mirada interior; que como vemos, es de lo que va este disco.

Dedicarse tiempo de calidad a uno mismo, aprender a decir que no si la intención no nace de dentro. Poner el límite entre lo que se quiere y lo que se hace por mero complacimiento ajeno.

Cuidar el árbol para fortalecer el bosque.

“Si elijo ser mi prioridad no es cuestión de egoísmo. El tiempo de calidad parte dedicado a uno mismo”

LA LÍNEA  

‘La línea’ es un tema desgarrador, que revienta por dentro a quién lo escucha. ¿Qué harías tú en los zapatos del otro? Se pregunta Rozalén.

La canción cuenta la tragedia que viven los migrantes que llegan a las costas del mediterráneo, huyendo de la dura realidad que les toca vivir. Una realidad que se vive no solo en en esas costas, sino también del otro lado del océano. 

El tema comienza con sonidos reales extraídos de rescates del Open Arms, anunciando que lo que sigue busca generar un impacto, crear conciencia. Sonidos que se van colando a lo largo de todo el tema. 

Es una crítica social necesaria. La letra en sí es dolorosa y conmovedora, los arreglos electrónicos acentúan la sensación de desolación y de angustia.

Una vez más, Rozalén no ha podido estar ajena a la situación político social que la rodea, y levanta las voces de aquellos que no son escuchados, para que a través de su música, su mensaje llegue a todo el mundo.

AMIGA

Esta suerte de mezcla cultural muy divertida, es una colaboración con la cantante Mon Laferte.
Una ranchera encarnada por una española y una chilena, en una noche de borrachera y confidencias.

El tema, es una celebración a la amistad y la lealtad, a esa complicidad y solidaridad entre mujeres.

¿Quién no se imagina levantando una copa y abrazando a una amiga, mientras se habla de la vida?

Las voces de Mon Laferte y Rozalén se ensamblan de manera perfecta dejándonos esta formidable pieza para escuchar con el sabor de un buen tequilita.

LOBA 

Noveno track de ‘El árbol y el bosque’. Loba se canta con la rabia de quién se empodera y defiende a los suyos. Es otra canción con un fuerte peso sociocultural, una crítica al machismo y al opresor en primera persona, con aires andinos. 

La cantautora se pregunta ¿Qué nos une a las lobas y a las mujeres? Y es de esa pregunta que surge la analogía entre quien cuida de su manada frente a los peligros externos, y quien no se calla frente al opresor, sino que reafirma su autoconfianza con el fin de generar un cambio positivo: la visibilización y la voz.

Esta canción hay feminismo, hay historias de mujeres oprimidas, víctimas de la violencia y el machismo diario. Hay mujeres que fueron silenciadas, privadas de sus libertades y derechos.

En ‘Loba’, Rozalén alza la voz por todas ellas. Su voz sale con la rabia de quién no quiere callar, pese a las imposiciones.

“Que la historia nos enseña una y otra vez mas, que el camino no es la bala, ni el castigo ni el bozal”, dice el tema. Y eso es algo que Rozalén tiene muy claro y pregona desde sus comienzos. Con su voz como arma, busca abrir fuego ante la opresión y el maltrato. Se alza en pro de una mujer valiente y empoderada, y dice basta.

“Cuanto más me mandes callar, más ganas tendré de hablar”.

EL PASO DEL TIEMPO 

Una canción funky, con una base electrónica para el disfrute. El disfrute del paso del tiempo por el cuerpo y el espejo, una celebración a la vida y los años vividos.

Es abrazar el paso de los años, las arrugas, las canas y las marcas en la piel; porque todo es parte del proceso natural de la vida, que narra las experiencias que hemos atravesado.

‘El paso del tiempo’ es una invitación a celebrar la vida y a romper con los estereotipos de belleza que se nos imponen en días de photoshop y filtros. Porque los cuerpos son perfectamente así de imperfectos, y porque la imágen que nos devuelve el instagram, no es real.

AVES ENJAULADAS

Fue el himno del confinamiento. El protagonismo de la guitarra y la voz de Rozalén la vuelven una canción que cobija. 

Una canción que habla de la importancia de valorar lo que tenemos a nuestro alrededor y a nuestros seres queridos. 

Los abrazos que no se dieron, los besos que faltaron, el recuerdo de aquellos que ya no están, el valor del agradecimiento, y la importancia de no perder el tiempo con aquello que no nos hace bien.

Todo esto es ‘Aves enjauladas’. El deseo de libertad de quién se siente encerrado, y la oportunidad de sacar de todo ello, un aprendizaje.

‘El árbol y el bosque’ es el ser humano en lo individual y en lo colectivo. Es la búsqueda del bienestar interior, quitando el ruido de fuera (ese que nos bombardea con negatividades), para quedar en la soledad de la cima, desnudos ante nuestro propio yo. El fortalececimiento del amor propio y el autocuidado, para luego extenderlo hacia los demás. Es quererse y amarse para luego querer y amar al otro. Amor sano, amor del bueno, AMOR a secas.

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