Murcia cantó y bailó mucho; y el grito de “Vivir en libertad” se extendió más allá de los muros.
“Murcia, yo te quiero. Te quiero desde hace ya mucho tiempo. Ayer veníamos en el coche y decíamos: ¡ya no se hacen cosas de música! Porque yo me acuerdo cuando nos veníamos tres días para una gala que era Murcia, que hermosa eres. Y nos pasábamos aquí tres días maravillosos, en un hotel estupendo para hacer una pedazo de gala… La cantidad de veces, como me lo he pasado y como he disfrutado yo de Murcia, de sus murcianos. De verdad que probablemente sea la vez en mi vida que más estoy disfrutando de cada segundo que piso este escenario. ¡Gracias, gracias y gracias de todo corazón por haber estado esta noche aquí! Espero en el alma que hayáis disfrutado de este show que solo hemos hecho para vosotros y nadie mas. Y espero de corazón que el alma les sonría un poquito más cuando estéis fuera de aquí. ¡Gracias Murcia!”
Dijo, luego de haber desprendido con fuerza la falda con flecos que llevaba puesta, para finalizar a todo baile con ‘Como una flor’.
Y se fue con el pelo al viento y los pasos firmes, en mitad de una ovación que gritaba “¡Te queremos!”.