Lali arrasó con su Disciplina Tour en Uruguay

Lali no es la chica del momento, Lali vino para quedarse. Se podría decir que no hay cosa que no haga bien. Abanderada del respeto y la diversidad. Actriz, cantante, bailarina, su carrera se encuentra en constante ascenso. Pero además, su cercanía con el público, su humor, actitud y su mensaje de empoderamiento, la hacen una de las artistas con mayor convocatoria y una de las más queridas de la escena. Lali da, y el público devuelve. Su historia es, como la canción, la de un boomerang.

Disciplina en Uruguay

Cinco pantallas gigantes, coreografías meticulosas, seis cambios de vestuario, mucho humo, fuego y confeti. Lali calentó el Antel Arena y su paso furioso enloqueció a los fanáticos, que hacían cola desde temprano a las afueras del recinto.

Cuando a las 19:30 la seguridad se dispuso a comenzar con la apertura de puertas, la multitud se agolpó contra la valla. El furor era evidente: gritos, carteles, empujones. Lo que podría haber sido una estampida desafortunada, se desarrolló en un ingreso pausado y ordenado al centro de control, previo al ingreso.

Es que Lali tiene eso, convoca multitudes, y la gente se enloquece por verla.

Con la luna llena en acuario y Saturno observando, unos minutos pasadas las 21 salía Lali a escena. La mirada salvaje y una actitud arrolladora. “Ey, Lali”, abrió paso a ‘Eclipse’, y acompañada de un cuerpo de 8 bailarines comenzó con la energía a tope, que mantendría durante toda la noche. Casi sin respiro enganchó ‘Asesina’. Diversidad generacional, solos o en parejas, en el campo o la platea. Nadie se quedó sin bailar.

Vestida de negro y con el cabello recogido con una media cola alta, su melena roja se mezclaba con el fuego de la pantalla gigante.

Lali tiene una complexión física pequeña, pero en el escenario se hace gigante. Dueña absoluta del espacio. Lo recorrió a su antojo con desenfreno. Saltando, gateando, caminando con el paso largo o corriendo de lado a lado. La energía parecía no tener fin.

“Unas ganas tenía de decir ¡Buenas noches Uruguay!” – fueron las primeras palabras que pronunció al finalizar la canción.

Charló mucho con la gente, agradeció el doble y como es usual, bromeó en reiteradas ocasiones.
Las canciones se sucedieron unas a otras: ‘Tu novia’, ‘Fascinada’, ‘Somos amantes’, ‘Bailo pa mí’.

“Los invito a bailar conmigo y que cada uno baile para sí mismo y la pasemos increíble”– sentenció.

Diva

El escenario quedó a oscuras, y en las pantallas gigantes apareció la imágen de Cher. Se reprodujo la icónica entrevista de 1996 para NBC’s de la diosa indiscutible del pop de todos los tiempos.

– Tú has dicho: Un hombre no es una necesidad, un hombre es un lujo.

– Como postre, sí. Un hombre no es una necesidad en absoluto…

Me encantan los hombres, son geniales, pero no los necesitas realmente para vivir. Mi madre me dijo una vez: “Cariño, deberías sentar la cabeza y casarte con un hombre rico” y yo le contesté: “Mamá, ya soy un hombre rico”. Escojo a los hombres porque me gustan, no porque los necesite”.

Cher, 1996. Entrevista con Jane Pauley para Dateline (NBC)

Toda una declaración de intenciones. A lo largo de su carrera es algo que Lali ha dejado muy en claro: ella va al frente y no necesita de nadie para vivir o ser feliz, mucho menos de un hombre.

Este preámbulo dio paso nada más ni nada menos que (como no podía ser de otra manera) a ‘Diva’, el segundo sencillo de su próximo álbum.

Con un body dorado con mucho brillo y flecos, Lali se movió de un lado a otro con una voracidad animal. De vez en cuando colocaba el micrófono al público, al ver la ferocidad con la que cantaban.

Se movió total espontaneidad, y hasta los problemas técnicos los sorteó con la misma naturalidad con la que se dirigió al público.
Casi al final de ‘Soy’, un problema de sonido hizo que el tema se detuviera abruptamente. Incoveniente que Lali incorporó al show: “Si hay algo que a mi me chupa un huevo en esta vida es la prolijidad. Pero soy no se baila a medias. Yo la quiero hacer de vuelta, ¿ustedes qué piensan? Esa canción lo merece”.

Llamó nuevamente a los dancers a escena para repetirla, sin interrupciones.“Estamos en Montevideo y hacemos Soy como corresponde”, dijo; y la volvieron a interpretar.

En mis acciones está la respuesta

Los carteles en los conciertos de Lali se han vuelto un clásico. Un par de shows atrás, incorporó la lectura de algunos a su espectáculo, y éstos, se multiplicaron.

“Bueno a todo esto ¿Cómo están?” – Dijo a mitad del show; e hizo una pausa para observar al público y por supuesto, leer algunos carteles.

“Lali yo si quiero ser tu novia”

“Adelantame algo de dos son tres

“Tengo el N5 rompamos el cuarto”

“Quiero algo mas fuerte, dame un shot”

“Voy a tener un hijo lalero”

“Es el show de mi vida”

Fueron algunos de los que leyó. “Muchos carteles, se fueron al carajo. Vinieron para la joda, está clarísimo. Nada de Lali me encantan tus canciones, adoro tu música” – bromeó, para continuar luego, con la segunda mitad del show.

Con un jumpsuit de cuerina rojo, cañones de fuego y una coreografía meticulosa, arrancó ‘Disciplina’. Canción que fue preámbulo para el momento cumbre de la noche. 

‘1000 años luz’, ‘Único’, ‘A bailar’ y por supuesto, ‘N5’. Se tomó un shot (como hacer al finalizar sus shows) y se fue, para volver unos minutos más tarde, a interpretar los bises.

El encuentro con la China

Desde hace unas semanas, la China Suárez está en Uruguay filmando una película junto a Joaquín Furriel. Por lo que no podía dejar pasar la oportunidad de ir al recital de su amiga. Su presencia no había pasado desapercibida. Antes de comenzar el show, cuando la China se ubicó junto a sus hijos en las gradas del lateral izquierdo, la gente que notó su presencia, comenzó a aplaudirle.

Luego de cantar ‘Reina’, Lali se tomó unos breves minutos para agradecer nuevamente a la gente que la acompañó anoche, y notar la presencia de su amiga: 

“Está la China ahi. ¿Qué suba a cantar algo no?”– dijo. Y mientras Lali cantaba ‘Laligera’, la producción la acercó al escenario, donde hizo una aparición fugaz. Se dieron un fuerte abrazo, y como no podía faltar, se dieron un beso que quedó registrado en los celulares de todos los presentes.

“Es la fiesta mas divertida a la que fui en mi vida” – comentó la China, y se fue rápidamente mientras saludaba con el brazo en alto.

“Me ligué un beso de la China, cuantas quisieran”, dijo Lali riéndose. Y cantó el último tema de la noche, en medio de una ovación ininterrumpida. 

“Dispárame, si todo vuelve ¡Boomerang!” – se escuchó por última vez, y se fue corriendo por el lateral izquierdo, culminando su Disciplina Tour por la vecina orilla.

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